Exposición fotográfica a realizarse en la Sala Torre Blanca de la ciudad de León.
La temática de la exposición parte de imágenes sobre el agua, las piedras, y los reflejos, de los ríos de León, enriquecidas por el ojo del observador, ofreciendo algunas obras con bocetos que dan pautas para emprender un diseño cuya idea original es la naturaleza.
Esta arquitectura natural nace todos los días y en cada momento, sin ningún agregado, sin estudios previos, y sin ninguna directiva de autor.
En su caso el autor es el entorno y el propietario es el que habita o retrata esa riqueza.
El paisaje natural es arquitectura, es cambiante, es singular, es irrepetible, es único. Expresa toda la fuerza que tenemos a disposición, la energía, el color, la textura, el crecimiento, la transparencia, la luz difusa, el infinito, la quietud, la turbulencia, la simpleza, la pureza y tantos sentimientos como observadores permanezcan.
Esta exposición intenta abrir el pensamiento hacia una reflexión, sobre estos espacios que nos pertenecen a todos, pero no los vivimos. Es una arquitectura que no la sentimos, ni la escuchamos, quizá porque no la pedimos, pero la tenemos y está realizada con los mejores materiales, los que vienen desde el origen, los únicos que están en estado puro.