Este artículo que se ha viralizado y finalmente ha concluido en un encargo arquitectónico, es un ejemplo de las utopías – sueños – y realidades que ocurren en esta era tecnológica que vivimos.
Con una profesión que siempre anima a soñar, cuando se estudia, cuando se trabaja, cuando se está desempleado. Es la ilusión que no debemos perder.