Han otorgado el Premio Pritzker de arquitectura a Alejandro Aravena.
Más allá de todos los merecimientos que el jurado habrá analizado, es muy importante el estudio y desarrollo que ha realizado con su estudio Elemental, en respuesta a las viviendas sociales.
Estas viviendas tienen en su equipo un resultado de «viviendas incrementales».
Esto es, una superficie mínima para permitir un hábitat indispensable. Casas flexibles que cada uno podía ampliar. El camino fue encontrar una solución simple a un problema complejo. La inspiración partió de las favelas y los barrios marginales.
Chile su país de nacimiento, es el receptorde su respuesta social, es el que alberga la mayor cantidad de viviendas incrementales. Estas tipologías, aunque con otras características, son elaboradas en muchos proyectos sociales de Latinoamérica.
Más información aquí
La reconstrucción de la ciudad chilena de Constitución que en 2010 resisitió un terremoto de 8.8 grados en la escala Ritcher, pero no resistió el posterior tsunami.
Otro desafío al equipo de arquitectos, otra solución simple a un tema complejo.
Con la consulta a los ciudadanos (imprescindible para buenos resultados), idearon un espacio público capaz de disipar la energía sísmica con la fricción de los nuevos parques públicos.
La producción de Aravena y su estudio, abarca obras singulares en varios destinos, pero estas respuestas concretas, son el verdadero aporte a la arquitectura.
«Se debe recuperar el peso social y alejarse de la irrelevancia»
«El precio que hemos pagado por esa manera de trabajar es el de la irrelevancia. No nos llaman para que nos encarguemos de ningún tema duro. Cuando hay una piedra en el zapato no se llama al arquitecto. «Como no tenemos tiempo ni recursos………..cuando los tengamos ya los llamaremos.»
Esto debe replantearse.
Más información aquí.